miércoles, 31 de enero de 2007













Revista Vitral No. 52 * año VIII * noviembre-diciembre 2002
GALERÍA

GINLE CUBILLAS : por JUAN MIGUEL SUÁREZ RODRÍGUEZ





Ginle Cubillas es un joven pintor pinareño que pugna en un entorno artístico contemporáneo donde el individuo, como fenómeno de sensibilidad, es cada vez menos interesante (lo que interesa es su poder de comunicar ideas; esa es la autoridad que se impone y a la que se pretende reducir el arte). Sin embargo, el proceso evolutivo que se advierte en la obra de este curioso artista nos revela otro camino totalmente inverso.A Cubillas no le interesa “descubrir” un lenguaje auténtico, innovador, sino utilizar códigos que lo estimulen y satisfagan a plenitud. De esta forma nos muestra lo que la individualidad humana es capaz de ofrecer como valores. Y esta postura además, aunque parezca simple, puede conducirnos a reflexionar sobre cuestiones tan polémicas como: si los significados del arte están realmente ligados a los significados de la vida; y si el arte traduce esencialmente esta responsabilidad.Lo cierto es que nuestro joven artista, por suerte, no se complica tanto. Su creación actual es escéptica ante los esfuerzos por dar significado o descifrar lo inexplorado. Él es conscientemente antiheroico, aceptando la maravilla del azar con tolerancia e incertidumbre.Ahora bien, esto no siempre fue así. Como ya hemos comentado, su presente obra es el resultado de un proceso consecuente que puede dividirse en dos etapas, teniendo en cuenta los presupuestos de cada una. En cualquier proceso artístico es difícil delimitar con exactitud el tiempo real en el que se comprende cada fase del mismo. Sin embargo, me atrevería a señalar un primer momento en la obra de este creador comprendido entre los años 1999 y 2000, en el cual se advierten dos series fundamentales, Máscaras y Hombres de Hueso. Máscaras encierra un conjunto de retratos que cubren o “descubren” la psicología real del personaje (fig.1). Avizoran una aguda preocupación existencial y social que desnuda, lo que parece ser, la principal motivación del artista. Construidos con trazos desenfadados y vigorosos, que junto al uso del blanco y negro van a constituir características latentes en todo el trabajo posterior.En Hombres de Hueso, el pintor apela a la potencialidad semántica de este componente de la anatomía humana, así como a su plasticidad geométrica, y nos propone otra suerte de rostros. Aquí, de forma experimental y en busca de otros recursos expresivos, introduce el papel impreso a manera de collage (fig.2). En un principio, alude intencionalmente a las influencias psicológicas y sociológicas de la propaganda. Slogans y frases provenientes de la publicidad están integrados a estas figuras, cuyas desgarradoras expresiones se relacionan ex-profeso con el contenido de los textos impresos. El color bien saturado predomina en los inicios de esta serie. Dando vida a estas caras alargadas y casi escultóricas que, asustadizas, parecen protestar contra el mercantilismo y la propaganda excesiva a las que están involuntariamente ligadas. Sin embargo en la medida que avanza su actividad creadora, el artista rescata lo que él mismo define como potencialidad dramática del blanco y negro, que ya había explotado en Máscaras, trayendo a la luz de esta manera otra versión de Hombres de Hueso (fig.3). Lo que seguramente Ginle ignoraba entonces era que estas monocromáticas y vehementes obras, cuya temática agotaría rápidamente, lo conducirían a una nueva e interesante etapa de su quehacer artístico, que comienza ya en el año 2001 y se extiende hasta la actualidad.Si en los preludios de la serie Hombres de Hueso, en el ánimo del artista se podía reconocer la intención consciente de comunicar preocupaciones inherentes a su entorno individual y social, posteriormente empieza a desechar estos presupuestos para imprimirle un valor especial al azar en la realización de su trabajo. Aún sin poder apartarse de la temática, los primeros pasos se pueden apreciar en las últimas versiones de Hombres de Hueso (fig.4). El pintor abandona las figuras estudiadas y bien definidas para recrearse con manchas de acuarela que colindan con lo abstracto aunque recuerdan aún esas cabezas alargadas. A partir de este momento, renuncia al lienzo de gran formato que una vez utilizó en Máscaras y en la génesis de Hombres de Hueso para recrearse a plenitud sobre la cartulina, que también venía utilizando, solo que ahora será en pequeñísimas dimensiones. Considero este uno de los elementos más singulares y atrevidos en la evolución de su obra.De esta sugestiva manera nace un conjunto de piezas, abstractas en su mayoría, que el artista ha denominado Manchas, y las cuales son auténtica muestra de un hacer sincero y profundamente intimista ( fig.5 y 6) Ginle vive las imágenes resultantes de su trabajo incluso cuando “mienten”. Digo esto porque en ciertos casos se advierten rasgos figurativos fruto de un recreo posterior al acto incidental. Estos rasgos se dibujan sobre algunas formas que sugiere la mancha inicial y que el artista aprovecha como parte de la diversión. Resultan sin intención previa alguna, aunque al final ilustren lo que él, a través de su imaginación, estado de ánimo o interés de momento, logra ver en la mancha y le interese resaltar. Por otra parte, el desenfado con que están ejecutadas sus pinturas desnuda la enorme pasión que le impregna a cada una, amén de la menuda escala que tienen las mismas. Y es precisamente la honestidad conque Ginle está creando hoy, (pues para él es casi improbable la idea de separarse de estas pequeñas creaciones) el factor fundamental que impacta directamente en el nivel sugestivo de su obra actual. El valor que a mi entender entraña el arte de este joven pintor, radica precisamente en que cuando nos dice “en estos tiempos” ¿por qué no hacer las obras “placenteras”?, tiene la intención de que sea una cuestión provocativa. El problema es, desde luego, “placentero” para quién y desde qué punto de vista; placentero para aquéllos que quieren que una obra tenga una textura rica, para aquéllos que desean sea conceptualmente interesante o para aquéllos que esperan sea visualmente ¡asombrosa! Sospecho que su intención es mostrar esa arista del arte que comprende a la inspiración en favor del placer que implica la creación desprejuiciada.

No hay comentarios: